La artesanía es una de las bases de la economía de la zona pero también uno de los símbolos más identificativos de la misma hasta ser considerada “Capital del Arte popular y de la Artesanía del Perú”. Aunque son numerosas las disciplinas que se trabajan (platería, textil, hojalatería, cerería, entre otros), son dos las que destacan especialmente por su arraigo:

• Retablo Ayacuchano. Tomados de los cajones de San Marcos o San Antonio de influencia española, se han convertido en pequeñas o grandes obras de arte que representan en su interior escenas de contenido andino. La parte exterior, muy característica y aplicada al mobiliario urbano, tiene apariencia de caja con doble puerta adornada con motivos florales en alegres colores. En su interior, las ricas representaciones se dividen en dos niveles: el Hanan Pacha o mundo celestial en la parte superior y el Kay Pacha o mundo terrenal en la zona inferior, que suelen estar protagonizadas por escenas costumbristas de las gentes de la zona (recolección de cosechas, escenas carnavalescas…). En la actualidad y dependiendo del tamaño, las escenas interiores recogen hasta seis niveles. También hay grandes innovadores del retablo, como es el maestro Silvestre Ataucusi.
• Piedra de Huamanga. Es el nombre que recibe el alabastro, un mineral de color blanco (a veces con tonalidades que van desde el gris al sepia) muy maleable. Los escultores empezaron a destacar por su trabajo con estos materiales en la época colonial, donde trabajaban temáticas religiosas principalmente.