El departamento de Ayacucho está atravesado por los Andes occidentales y centrales, lo que ha generado dos paisajes muy característicos: la sierra y la selva. No cuenta con grandes valles, pero sí con mesetas y pequeñas planicies, algunos de ellos nevados.
Cuenta con dos espacios protegidos para conservar la diversidad biológica y el valor cultural de los mismos: el Santuario Histórico de la Pampa de Ayacucho y la Reserva Nacional de Pampa Galeras “Bárbara D’Achille”.
Respecto a la primera, fue tipificado con esta categoría el 14 de agosto de 1980 por haber sido escenario de la Batalla de Ayacucho y que significó el fin del dominio español en Perú y en la América continental. Tiene una extensión de casi 300 hectáreas y en ella se encuentra el monumento en homenaje a los ‘Vencedores de Ayacucho’ además de una gran muestra de flora y fauna típica de la zona.
Sobre la Reserva Nacional, está ubicada en la provincia de Lucanas y supone una zona de 6.500 hectáreas. La conservación de la vicuña (animal símbolo del Perú) es el principal motivo de su preservación, que data desde el 15 de abril de 1993. Durante el mes de junio se celebra la ‘Fiesta del Chaccu’, ceremonia simbólica de esquila de estos animales.
Entre otros parajes de interés, destaca Titankayocc, el bosque más grande de puya raimondi del mundo; Huanta, la ‘esmeralda de los Andes’ con varios pisos desde la ceja de selva hasta las cumbres nevadas; o el Cangallo, con caídas de agua, aguas termales y aguas gasificadas muy empleadas en rituales a los espíritus andinos.
Este relieve junto con un clima muy variado dependiendo de la zona que va desde los más cálidos hasta las zonas que registran temperaturas por debajo de los cero grados y que generalmente son las más elevadas, hacen que el departamento cuente con una gran variedad en cuanto a flora y fauna.
La coca es la planta de referencia en esta zona y está considerada “la madre que soluciona los problemas cotidianos del hombre andino”. Se le atribuye un carácter sagrado y es utilizada tanto en el ámbito de la medicina como de la gastronomía. Una infusión o mate de coca es la bebida más extendida.
También cuenta con numerosos árboles frutales que proporcionan una amplia y exótica variedad en la gastronomía.
Por su parte, el halcón (cuyo nombre en quechua, waman, es el origen del nombre Huamanga) y la vicuña son los animales más importantes de la zona por su valor simbólico y por su carne y lana en el último caso.